Gilberto Santa Rosa “botó la pelota” con su primer concierto virtual
El artista complació a sus seguidores con una estupenda selección de éxitos.
El Caballero de la Salsa, finalmente, inauguró el Coca-Cola Music Hall.
No había terminado de tocar la orquesta, cuando alguien preguntaba en las redes sociales, ”¿Cómo se pide ´otra, otra, otra´ en un concierto virtual?”, mientras otra persona solicitaba por lo menos tres canciones más.
Con ganas de más se quedaron las miles de personas que se conectaron anoche al primer concierto virtual del cantante Gilberto Santa Rosa, y con el que se inauguró el Coca-Cola Music Hall, cuya apertura oficial se había pospuesto a causa de la pandemia de Covid-19.
Fue un espectáculo -producido por Rafo Muñiz y presentado por Rums Puerto Rico-, muy bien pensado, pues conscientes de que la mayoría de la gente lo estaría viendo desde sus hogares, el repertorio fue uno cargado de éxitos para cantar y bailar.
Con la elegancia que lo distingue, vistiendo de chaqueta y corbata -como tanto había deseado durante el la cuarentena-, el artista entró al escenario a pocos minutos después de las 8:00 p.m., y enseguida se entregó a una selección de canciones emblemáticas de su trayectoria, como ”Perdóname”, “Conciencia”, “La agarro bajando”, “Vivir sin ella”, “Que manera de quererte” y “Que alguien me diga”.
Acompañado por una sólida orquesta, cada músico guardando distancia física, este pilar de la salsa recordó además sus inicios en la orquesta de William Rosario, donde compartía el micrófono con su colega Tony Vega, a quien le deseó que continúe recuperándose de su reciente operación de corazón. Así introdujo “Botaron la pelota”.
Con este clásico, Santa Rosa soltó su maestría para el soneo, un momento que su discípulo Víctor Manuelle aprovechó para seguir aprendiendo. “Las clases de sonero comenzaron. Aquí estoy en primera fila tomando mi lección con el maestro“, compartió el siempre “Sonero de la Juventud” en sus redes sociales.
El concierto estuvo tan bien diseñado que la sabrosura musical se mantuvo arriba de inicio a fin. Pasó la hora tan rápido que era imposible no quedarse con deseos de seguir cantando y bailando con una figura artística tan carismática y tan completa como este caballero.
Fuente:
Primera Hora
No había terminado de tocar la orquesta, cuando alguien preguntaba en las redes sociales, ”¿Cómo se pide ´otra, otra, otra´ en un concierto virtual?”, mientras otra persona solicitaba por lo menos tres canciones más.
Con ganas de más se quedaron las miles de personas que se conectaron anoche al primer concierto virtual del cantante Gilberto Santa Rosa, y con el que se inauguró el Coca-Cola Music Hall, cuya apertura oficial se había pospuesto a causa de la pandemia de Covid-19.
Fue un espectáculo -producido por Rafo Muñiz y presentado por Rums Puerto Rico-, muy bien pensado, pues conscientes de que la mayoría de la gente lo estaría viendo desde sus hogares, el repertorio fue uno cargado de éxitos para cantar y bailar.
Con la elegancia que lo distingue, vistiendo de chaqueta y corbata -como tanto había deseado durante el la cuarentena-, el artista entró al escenario a pocos minutos después de las 8:00 p.m., y enseguida se entregó a una selección de canciones emblemáticas de su trayectoria, como ”Perdóname”, “Conciencia”, “La agarro bajando”, “Vivir sin ella”, “Que manera de quererte” y “Que alguien me diga”.
Acompañado por una sólida orquesta, cada músico guardando distancia física, este pilar de la salsa recordó además sus inicios en la orquesta de William Rosario, donde compartía el micrófono con su colega Tony Vega, a quien le deseó que continúe recuperándose de su reciente operación de corazón. Así introdujo “Botaron la pelota”.
Con este clásico, Santa Rosa soltó su maestría para el soneo, un momento que su discípulo Víctor Manuelle aprovechó para seguir aprendiendo. “Las clases de sonero comenzaron. Aquí estoy en primera fila tomando mi lección con el maestro“, compartió el siempre “Sonero de la Juventud” en sus redes sociales.
El concierto estuvo tan bien diseñado que la sabrosura musical se mantuvo arriba de inicio a fin. Pasó la hora tan rápido que era imposible no quedarse con deseos de seguir cantando y bailando con una figura artística tan carismática y tan completa como este caballero.
Fuente:
Primera Hora
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