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“Yo mismo le decía a Fuad en Junior: bájame el salario que no estoy jugando bien”: Michael Ortega

Michael Ortega con la camiseta del AC Omonia Nicosia, de Chipre. Cortesía
        El volante palmarino se acaba de coronar campeón de la liga de Chipre con el AC Omonia Nicosia.

Paciente, tranquilo y entrenando, Michael Ortega espera en Nicosia, Chipre, un vuelo que lo traiga de regreso a Colombia para reencontrarse con sus dos hijos después de un año sin verlos cara a cara.
Ortega, de 29 años de edad, extraña a su tierra y a su familia, pero la pandemia que mantiene paralizado al mundo lo obliga a serenarse y a aguardar con comprensión. 

Antes del retorno a casa, el volante creativo de Palmar de Varela habló telefónicamente con EL HERALDO del título que acaba de conseguir con el AC Omonia en la liga chipriota, de su firme deseo de volver a Junior en algún momento y de las campañas solidarias que ha emprendido en redes sociales.

¿Cómo ha vivido la cuarentena y todo el proceso tratando de regresar a Colombia?

Duramos 40 días encerrados y después estuvimos entrenando dos semanas. Luego el Gobierno y la Federación se reunieron y decidieron declarar terminado el torneo. Tomé la decisión de regresar a Colombia, nos dieron 45 días de vacaciones, pero estamos todavía en el proceso. He estado hablando con Juan David Vélez, quien es el representante de los colombianos en el exterior. Él es la persona que está coordinando los vuelos internacionales humanitarios y todo eso. También tengo el contacto de Jaime Amín, que es el cónsul de Colombia en Emiratos Árabes. Son grandes amigos que me están colaborando. Ya tengo un año sin ir a Colombia.

¿Cuándo retornaría?

Apenas el sábado nos informaron que salíamos de vacaciones. Acá tengo el aeropuerto cerrado y se me hace difícil. Además, los cupos de los vuelos hacia Colombia han estado llenos. Todavía no sé qué día regresaré. Quiero estar allá, hace un año no veo a mis hijos.

¿Cómo es eso de coronarse campeón sin una final, sin el gol definitivo, sin vuelta olímpica, sin festejos y sin la foto con el trofeo?

Es diferente. Me da alegría porque cuando me llamaron para este proyecto, me apunté porque querían pelear título. Hace 10 años que el equipo no ganaba una liga y no clasificaba a la Champions. Eso me motivó para venir acá. Nosotros queríamos continuar la competencia porque estábamos cerca del doblete. También habíamos clasificado a la final de Copa. De todas formas la gente está muy feliz, lo demuestran a través de las redes sociales.
Pero cuando sea un abuelo y los nietos le pregunten por la foto con el trofeo de campeón en Chipre,

¿qué les va a mostrar?

(Risas)… El sábado pasado nos citaron y nos tomaron unas fotos que me imagino son para eso.
¿Y qué hace mientras llega la hora de volver?
El club me puso un preparador físico y un plan de trabajos para los lunes, miércoles y viernes. Ellos han estado muy pendientes de mí con la dieta, el físico y la preparación, tengo que mantenerme como he estado.
¿Cómo han afrontado el coronavirus en Chipre?

Se tomaron unas medidas drásticas en todo el país. Se cerraron fronteras y aeropuertos, se impuso aislamiento obligatorio con multas para quienes lo incumplieran. Después de 20 días, uno podía enviar un mensaje al Gobierno para diligenciar la autorización y poder salir de casa. Uno tenía derecho a un mensaje por día. Después a dos y tres. Hubo muchas ayudas a las personas que la necesitaban. Aquí se pudo controlar muy rápidamente el virus. Hay dos o tres casos por día, máximo cinco. A diferencia de Colombia, donde mucha gente necesita salir porque vive del día a día y a veces no recibe la ayuda del Gobierno, u otros no tienen la cultura para quedarse en casa, acá todo el mundo tomó precauciones. Ya el Gobierno ha empezado a soltar un poco más y la ciudad se ve más movida.

Usted, a pesar de la distancia, logró coordinar muchas ayudas para la gente en Colombia, especialmente en el Atlántico...

Sí. Siempre he tratado de ayudar a la gente. Anteriormente lo hacía muy callado, pero en estos momentos, con la situación que se vive, trataba de motivar más ayudas para los necesitados. Por eso lo hice público a través de redes sociales. Hice las cosas de buen corazón y muchas personas se acercaron a ayudar también. Espero seguir brindando mi ayuda.

¿Cuál es la principal satisfacción que le ha quedado en medio de esas ayudas?

Muchas. He recibido mensajes de la gente. A veces uno no alcanza a ayudar a todas las personas, pero hasta esas que no les llega, se muestran agradecidas. De pronto no conocían esa faceta mía porque tienen una imagen de Michael Ortega el fiestero, como si fuera un Dennis Rodman (risas). La sonrisa de la gente recibiendo las ayudas es un recordatorio para toda la vida.

A propósito de Rodman. ¿La serie de Michael Jordan qué le ha hecho recordar de su carrera deportiva?
Cómo comencé todo y lo mucho que luché. La serie te enseña que uno debe enfocarse y tratar de pelear cada partido como si fuese el último. La disciplina. Es lo que yo he estado haciendo en los últimos dos años en que las cosas me han estado saliendo bien, enfocarme y ser disciplinado. Esta serie se la debe ver todo el mundo, le sirve a los deportistas y a cualquiera para su vida. Jordan nunca bajó los brazos.

¿Usted ha manifestado abiertamente su deseo de regresar a Junior?

Tengo la espina. Sé que puedo con esa camiseta y es algo que quiero demostrarme a mí mismo a futuro. Yo llegué a Junior en una etapa de mucha inmadurez. Tenía 21 o 22 años, no venía de Alemania  tantos partidos encima. Esta etapa de mi vida que estoy viviendo ahora me ha servido mucho más para enfocarme y ser disciplinado, tomar mucha agua, comer bien, entrenarme bien, descansar bien. Sé  que con dos años más así puedo tener una madurez muy alta para poder demostrarme que sí puedo con la camiseta de Junior. En Junior, además del talento, se necesita tener mucha disciplina para cuidarse del calor y de muchas cosas. Así lo reflejó Teo que regresó a los 32 años y miren todo lo que ha hecho. Giovanni Hernández, ‘el Pibe’ Valderrama, la mayoría de jugadores que han estado en lo alto, llegaron con cierta edad de maduración. También Viera que en estos momentos es el máximo ídolo que tiene Junior. Llegaron con un recorrido que les ha servido para ponerse esa camiseta. Quiero volver, lo saben, pero todavía no es el momento, más adelante.

¿Es consciente de que su nombre genera animadversión en una amplia parte de la hinchada porque su paso por Junior no resultó exitoso?

Claro que sí. Siempre van a estar las personas que no lo quieran volver a ver a uno ahí y los que sí quieren. Siempre es así con los futbolistas en cualquier lado, en una semana te aman y en la otra no, si jugaste mal. Llegué a un punto de estar con los pies tan en la tierra y tan fuerte, que no me afecta y puedo manejar esa situación. El hincha de Junior hay que entenderlo, hay que saber que es así. Es respetable y no tengo ningún problema. Cuando se dé la oportunidad, demostrar que están errados o darles la razón. Al hincha de Junior uno lo puede enamorar rápido también, así como te odia, así se enamora breve si uno hace las cosas bien, gana títulos, marca goles y se entrega ciento por ciento. Así sí lo quieren a uno.

Hay muchos jugadores que le terminaron ganando a la tribuna…

Es que sí se puede. El hincha de Junior tiene eso, que si tú demuestras, te van a querer. Ellos son fuertes porque siempre quieren que su equipo esté de primero y los jugadores den el máximo. Yo no tengo ningún problema. Cuando yo digo que sueño con volver a Junior más adelante, recibo miles de mensajes positivos y negativos. A mí no me afecta nada de eso.  Cuando veo esos mensajes, me dan más ganas de volver porque no quiero tener eso ahí. Me da más motivación.

Julio Comesaña, en algún momento, cuando usted estaba en el Once Caldas, destacó su recuperación…

Desde que estaba en el Once Caldas comenzó una etapa diferente para mí. Tuve una lesión, es que lamentablemente he tenido muchas lesiones. Gracias a Dios he salido de eso, ya son dos años sin lesiones porque me he sabido cuidar. En Pasto pasaron algunas cosas ahí y luego pasé a Emiratos Árabes. Ahora estoy en Europa nuevamente, pero desde Once Caldas ha sido un Michael Ortega diferente y mucha gente lo ha visto. Con Julio tuve varias conversaciones. A pesar de que yo tenía mis problemas internos, me di cuenta de que todo lo que me decía era por el bien mío. Yo se lo agradecí en Manizales antes del partido que Junior y Once Caldas empataron 3-3. Le agradecí por todas las peleas que tuvimos, porque nosotros discutíamos cada dos días, parecíamos marido y mujer (risas). Los consejos que me dio, me brindaron la oportunidad de levantarme. Me regañaba cada dos días, pero como yo andaba en una etapa de niño, todo lo manoteaba y creía que yo tenía la razón. Todo lo que me decía Comesaña me ha servido.  

¿Jugaría gratis en Junior?

¿Quién juega gratis? ¿Quién trabaja gratis? En ese tema del dinero, don Fuad (Char) y el gerente lo saben, cuando estuve en Junior yo bajé el tema de la plata, yo casi bajé un 70% u 80% de mi salario, eso no lo sabe nadie. Hasta yo pagué plata de cuando me pagaba Junior los premios, nadie lo sabe. Si le preguntan al gerente (Héctor Fabio Báez) o a Fuad, ellos le van a decir que sí porque es la realidad. Ningún periodista lo sabía. Cada seis meses me bajaba el salario. Yo mismo le decía a Fuad: bájame el salario que no estoy jugando bien. Nadie sabe eso, pero todo el mundo me dice que me llevé la plata de Junior. Yo siempre jugué en Junior por amor y cariño por el equipo. Ahora más, pero todo a su tiempo, estoy muy tranquilo y feliz acá, tengo un año más de contrato y las cosas están saliendo bien.

Fuente:
El Heraldo

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